El que anda murmurando revela secretos; no andes con quien tiene la lengua suelta, Proverbios 20, 19.
Cuando se acaba la leña, se apaga el fuego, cuando no hay chismoso, se apacigua la disputa, Proverbios 26, 20.
Las personas chismosas son aquellas que tienen mucho tiempo libre, quizás demasiado. Andan siempre buscando a otras personas a las que contar sus chismes, rumores, secretos o mentiras sobre otras personas sin molestarse o preocuparse demasiado en averiguar la verdad. Pierden credibilidad muy rápidamente, incluso entre sus amigos y la mayoría desconfían de ellas. Desgraciadamente, también pueden hacer mucho daño a otras personas, afectar negativamente y desmoralizar a los empleados de su empresa, disminuir la productividad, dañar gravemente o arruinar relaciones, vidas y reputaciones.
Si alguien siente que su reputación, carrera profesional y vida personal ha sido dañada, puede iniciar acciones legales por acoso y/o difamación en contra de los chismosos y pueden acabar en la cárcel o pagando abultadas multas.
Cómo lidiar con personas chismosas y dejar de chismear
- Si no puedes guardar un secreto, no esperes que los demás te lo guarden. No esperes que nadie confíe en ti y no te sorprendas si obtienes una mala reputación por hablar mal de los demás.
- Si tus amigos no pueden guardar un secreto, no les confíes nada que no quieras que los demás conozcan, no les cuentes información confidencial, sensible o personal.
- Si lo haces (¿Te gusta jugar con fuego, verdad?), debes decir claramente que se trata de información privada y sensible, que no quieres que se comparta a nadie. ¡Dilo claramente y enfatízalo!
- Piénsatelo dos veces, muérdete la lengua antes de cotillear y difundir rumores sobre los demás, especialmente en línea; es posible que un día te encuentres siendo la víctima de cotilleos y rumores y te sientas solo, indefenso y desamparado.
- Si no vas a decir nada bueno, constructivo o positivo sobre alguien, no digas nada. Además, lo que es privado y confidencial debe seguir siéndolo. Todos cometemos errores, tenemos muchos defectos y debilidades, y nos arrepentimos de muchas cosas de nuestro pasado. Hagamos del mundo un lugar mejor y más fraterno.
Chismear y hablar a espaldas de los demás sobre sus errores, palabras y acciones y, especialmente, sabiendo lo distorsionado, rápido, lejos y fuera de control que puede llegar a convertirse un rumor, chisme o mentira a medida que pasa de persona a persona, cómo de perjudicial y destructivo puede llegar a ser en las vidas, reputaciones y relaciones de los demás, es peligroso, estúpido -quien cotillea contigo, cotilleará de ti-, y ruin.
- Antes de subir cualquier contenido, considera las implicaciones y consecuencias de esta acción y no compartas fotos o videos íntimos, comprometidos ni privados. Por favor, no escribas comentarios, tuits or entradas groseras, ofensivas, insultantes, vulgares o degradantes en línea.
- Sé buen amigo y buena gente, aprende a guardar secretos y evita iniciar rumores tú mismo.
- Si alguien está difundiendo rumores, intenta cambiar de tema (“No me interesa cotillear ni calumniar a nadie”, “No lo sé ni me importa. Hablemos de otra cosa”), ignóralo o confronta a la persona. Podrías decirles con calma, sencillez y asertividad que no quieres hablar de personas que no están presentes. Si eso no funciona, márchate o, incluso, considera buscar nuevas amistades, cambiar tu círculo de amigos. Más importante aún, ¡nunca, jamás añadas más leña al fuego!
- No aceptes los chismes como verdades absolutas, típicamente no lo son o distan mucho. Suelen abundar las exageraciones, distorsiones, manipulaciones, verdades a medias y burdas mentiras.
- Si el cotilleo es sobre ti, revisa tu estado anímico. Si estás enfadado hasta el punto que no te controlas: Párate, no hagas nada en caliente porque no puedes pensar con claridad. Actúa solo cuando puedas controlarte y estés sereno. Una de las formas más efectivas de gestionar los rumores sin fundamento es, simplemente, ignorarlos, no darles ninguna importancia. El chisme dice menos sobre ti y más sobre la persona que lo difunde; deja que tus acciones, resultados, hechos y decisiones hablen por sí mismos. Sé fiel a ti mismo, a tus valores y sigue hacia adelante. Si conoces la fuente de los rumores, es posible que desees hablar con ellos/ellas, actúa con confianza, se asertivo pero no agresivo.
Si el problema continúa, los rumores, chismes, las mentiras, las burlas o el acoso son un problema frecuente y te hacen sentir que quizás te fuercen a tomar represalias, habla primero con una autoridad competente, como un maestro, consejero, psicólogo, especialista en resolución de conflictos o director.
Comprende que no estás solo. Todos cometemos errores y nos avergonzamos de lo que hicimos o dejamos de hacer. Nos arrepentimos de las palabras que dijimos, de las decisiones que tomamos pero, sin embargo, no somos nuestros errores y decisiones erróneas del pasado. Somos las palabras, acciones y elecciones del aquí y ahora, lo que hacemos en el presente y cómo tratamos de aprender, crecer y superar nuestros errores y defectos, eso es lo que realmente somos y define nuestro verdadero carácter.