Un sueño es solo eso, un sueño. Una meta es un sueño con un plan y una fecha límite para realizarlo, Harvey MacKay.
Un objetivo sin un plan es solo una ilusión, un sueño, una quimera sin ninguna realidad detrás. Los sueños son solo eso, sueños hasta que se implementan planes para hacerlos realidad. Entonces, el trabajo duro y la perseverancia son necesarios para lograr tus objetivos, Anawim, #justtothepoint.
Es muy importante fijarse unas metas, pero si no son las adecuadas y fracasas pueden ser más una piedra en el camino, un obstáculo hacia el éxito.
Si no logras tus objetivos, ten en cuenta las siguientes ideas:
Si hay algo seguro en la vida, es la incertidumbre. Lo único que es constante es el cambio. ¡Abrázalos! - Anawim.
Más aún, las metas deben ser:
Específicas. No vale decir: “Correré tantos días a la semana como mi agenda me permita” o “iré al gimnasio tantas veces como pueda, cuanto más, mejor”. Un objetivo específico sería algo como: “Caminaré a paso ligero durante 30 minutos cinco veces por semana” o “iré al gimnasio a las seis de la tarde y entrenaré cardio por dos horas todos los lunes, miércoles y viernes.”
Ser suficientemente difíciles como para desafiarte. Una meta pierde su sentido e interés cuando no te exige casi nada. Si no te desafía, no te cambiará. Utiliza cada desafío como una oportunidad para crecer, evolucionar, practicar lo que pretendes aprender y dominar y mejorar.
Alcanzables y realistas. Los hitos o metas intermedias son pasos importantes y significativos hacia tu meta global. Si el hito es tan difícil de cumplir que, al final, no lo consigues, aumentarás tu frustración y reducirás tu autoestima. Precisas encontrar el punto medio: una meta que te exija y desafíe pero, al mismo tiempo, teniendo muy presente que esté dentro de tus posibilidades, limitaciones y capacidades.
En otras palabras, las metas intermedias deben estar en el punto medio: ni ser muy difíciles para evitar la ansiedad y el estrés porque no llegas o, aún peor, la frustración de no alcanzarlas, ni tampoco muy fáciles para que no te mueras de aburrimiento y de tedio.
Sin embargo, ante la duda ("la más tetuda”; lo siento no pude evitar el pareado) y, sobre todo, al principio, es mejor pecar por defecto con metas alcanzables y realistas que por exceso. Así, poco a poco, a medida que aumentes la confianza en tus posibilidades, con la consecución de metas previas y a la par que va mejorando tu capacidad física con la práctica constante, podrás desafiarte con metas más duras y exigentes.